La estimulación prostática en los hombres es el último tabú que queda por caer en la relaciones sexuales del siglo XXI. ¿Te atreves a descubrir todo su secretos?
Christian Grey, un heterosexual abierto a nuevas experiencias
Quedan pocos temas relacionados con el sexo que sean un tabú. Las chicas hablan desenfadadamente a la hora del desayuno de Pepe, ese vibrador tan complaciente que llevan en el bolso; todos aquellos y aquellas que hubieran mirado con horror una mazmorra sadomasoquista devoran la andanzas de Grey y nadie se escandaliza por leer un reportaje sin eufemismos sobre un local de intercambio de parejas. ¿Cuál será el siguiente tabú que se convertirá en tema de sobremesa?
Pues todo apunta a la estimulación prostática para heterosexuales convictos y confesos. Durante mucho tiempo el tema era intocable para aquellos que yacían con mujer, no fuera acaso que descubrieran algo que les abocara irremediablemente a yacer con hombres. Por suerte, la tentadora información que ha ido apareciendo sobre el ‘punto G’ masculino (la próstata) hace que cada vez se tengan menos prejuicios con el tema.
De todos modos, para entrar en la estancia del placer por la puerta trasera se han de tener algunas cosas en cuenta. Los siguientes pasos sirven tanto para las mujeres que quieran jugar con su pareja como para los hombres dispuestos a experimentar.
Llama al timbre
Uno no entra en una casa, abriendo la puerta sin más. Primero se llama al timbre, ¿no? Pues con el tema prostático ocurre lo mismo. Es básico lubricar bien la zona, jugar con ella, relajarse, disfrutarlo sin pensar en el siguiente paso. Incluso, al principio, la experiencia puede quedar ahí. Esa zona ya se ha incorporado al juego y en un futuro encuentro se puede llegar más lejos.
Abre la puerta
Esto es cosa de dos, aunque pueda parecer que la única que se mueve es ella (bueno, su mano). El hombre debe controlar la musculatura, abrirla, dejar paso. Ella debe ir a aprovechando esos movimientos, yendo un poquito atrás, para suavemente avanzar algo más. La buena lubricación sigue siendo clave y si es necesario, se puede renovar varias veces.
Las dos entradas
Pongamos que la cosa va sobre ruedas y parece que ya estáis a un paso de la casa de la señora Próstata. ¡Alto! ¡No te precipites todavía! Existen dos esfínteres: el externo, que se puede contraer y relajar, y el interno, que funciona por el sistema nervioso autónomo, el que le dice a nuestro corazón, por ejemplo, que tiene que latir. Este último se puede contraer por miedo o ansiedad. Por lo que una vez traspasado el primer umbral, se ha de volver a llamar con cuidado a la siguiente puerta.
Dildos de estimulación prostática de Lelo.
Bienvenido a la casa
Pongamos que los pasos anteriores han salido perfectamente (o que tras varios intentos, ahora parece que sí, que la cosa funciona). Entonces estaréis muy cerca de la próstata. ¿Y cómo se la saluda? Pues doblando el dedo (o los dedos) para abajo y repitiendo ese movimiento rítmicamente. La constancia y la repetición garantizarán el placer.
Hay más gente invitada
La estimulación prostática resulta muy excitante para la mayoría de los hombres, pero en muchos casos funciona más como una guarnición que como un plato principal. Es decir, que no se ha de olvidar estimular el pene y si quedan manos libres, el perineo y el escroto. Esa combinación es lo que intensifica el placer y por ende el orgasmo.
Lo que puede suceder en el guateque
Ya estáis en plena fiesta y puede ocurrir que, como le pasaba a Peter Sellersen ‘El guateque’, te entren ganas de miccionar. Es una sensación normal por la estimulación de la zona. Y, bueno, también deberían evitarse situaciones incómodas derivadas de andar jugando con cañerías. No entraremos en detalles, pero es mejor que el hombre, antes de la fiesta, visite al señor Roca.
¿Y si ampliamos la casa o nos vamos a un dúplex?
Una vez se ha tenido una experiencia satisfactoria con el tema, se puede ir un poco más allá. El tímido dedo puede no acudir solo al convite. Y también se puede recurrir a ‘invitados’ profesionales. La famosa marca sueca de vibradores Lelo empezó el 9 de septiembre a promocionar su línea masculina. Las estrellas son: Loki, un vibrador prostático, y Hugo, doble que permite también estimulación en la próstata y que lleva un mando a distancia para chicas traviesas. Ambos son sumergibles y tienen 6 tipos de vibración con una intensidad regulable. Por otra parte, también están los ‘plugs’, que suelen quedarse en la casita prostática presionando el punto en cuestión o las tiras con bolas que posibilitan otro tipo de juegos.
Un editorial del ‘British Medical Journal’ advierte ante los graves problemas físicos, psicológicos y emocionales que puede acarrear la nueva costumbre que arrasa en la cultura ‘underground’
Drogas para hacer el amor para tomar drogas para hacer el amor. (iStock)
Quizá no le suene el nombre, pero en los últimos años se ha popularizado el término “chemsex” para referirse a las prácticas sexuales potenciadas por el consumo de diversas drogas y sustancias químicas. No se trata simplemente de consumir un psicoactivo antes de hacer el amor, sino que el nombre se refiere a un tipo de fiestas, por lo general homosexuales (aunque por definición también puede incluir las heterosexuales), que pueden prolongarse durante mucho tiempo gracias al consumo de estupefacientes.
Aunque muchos han hablado a menudo de los riesgos de esta conducta social, hasta ahora no se había producido una manifestación tan contundente como la del ‘British Medical Journal’ inglés, que en su último número dedica un editorial al “chemsex”. “Esta palabra se utiliza en Reino Unido para describir elsexo intencional bajo la influencia de drogas psicoactivas, sobre todo entre hombres que tienen relaciones con hombres”, señala en el artículo los autores,Hannah McCall, Naomi Adams y David Mason.
Las drogas facilitan una excitación sostenida e inducen una sensación de entendimiento inmediato con las parejas sexuales
“Se refiere particularmente al uso de mefedrona, y-hidroxibutirato (GHB), y-butirolactona (GBL) y metanfetamina de cristal”, especifican. “Estas drogas se suelen combinar para facilitar las sesiones sexuales que duran muchas horas o días con múltiples parejas”. En definitiva, se trata del carburante que permite que las orgías se prolonguen durante mucho tiempo, algo que no sólo puede dañar a los consumidores por los efectos de la droga en su cuerpo, sino también porque aumenta la posibilidad de ser infectados por una enfermedad de transmisión sexual.
Tu cuerpo, la droga y el sexo ‘non-stop’
El editorial detalla específicamente por qué estos compuestos son tan utilizados en el marco de las relaciones sexuales. El cristal y la mefredona, porque incrementan el ritmo cardíaco e impulsan una sensación de euforia y agitación sexual; el GHB es un potente desinhibidor y analgésico. Los supuestos beneficios son, por lo tanto, no únicamente físicos, sino también psicológicos: “Algunos usuarios señalan que los utilizan para manejar los sentimientos negativos, como la falta de confianza o de autoestima, la homofobia internalizada y el estigma por tener SIDA”.
El editorial concede que, en general, los usuarios de este tipo de drogas muestran una alta satisfacción con su vida sexual: “Los informes anecdóticos y algunos pequeños estudios cualitativos en Reino Unido muestran que la gente que lleva a cabo ‘chemsex’ reconoce tener mejores relaciones sexuales, alreducir las inhibiciones e incrementar el placer. Facilita una excitación sostenida e induce un sentimiento de entendimiento inmediato con las parejas sexuales”. Ello ha provocado que, la utilización de estas drogas haya aumentado sensiblemente: como puso de manifiesto ‘The Chemsex Study’, alrededor de una quinta parte de los consultados habían participado en una fiesta de este tipo durante los últimos cinco años, y una décima parte, en las últimas cuatro semanas.
Por eso ya se están implantando algunos servicios que intentan combatir los efectos de esta costumbre sexual, como ocurre con Antidote, donde el 64% de sus pacientes afirman haber utilizado drogas del ‘chemsex’. Un término que probablemente estará aún más en boca de todos después de que ‘Vice’ estrene su documental ‘Chemsex’, dirigido por Will Fairman y Max Gogarty y que “explora las vidas y hazañas de un grupo de hombres que toman parte activa en el estilo de vida del ‘chemsex’ y de aquellos que han sobrevivido a ello”.
La mefedrona y el cristal pueden crear una dependencia psicológica muy fuerte, y el GHB crear una peligrosa adicción fisiológica
Como explicaba en 2014 en ‘The Guardian’Paul Steinberg, experto en prevención de Lambeth, mientras que en los años 80 y 90 la comunidad homosexual buscaba sus relaciones en bares y a través de conocidos comunes, la apertura de posibilidades que han favorecido las aplicaciones tecnológicas ha hecho aumentar el número y frecuencia de este tipo de relaciones, que ya no se desarrollan en bares y clubs, sino en casas privadas, es decir, fuera de la vista (y el control) del resto.
Los terribles efectos secundarios
El artículo publicado en el ‘British Medical Journal’ sintetiza todo lo que puede ocurrir con nuestro cuerpo cuando tomamos esta clase de estimulantes: “la mefedrona y el cristal pueden crear una dependencia psicológica muy fuerte, y el GHB crear una peligrosa dependencia fisiológica”, advierten. Una de las consecuencias más comunes del ‘chemsex’ son los “días perdidos”, es decir, no dormir ni comer durante 72 horas, algo que tiene devastadores efectos en la salud.
No sólo eso, sino que estas prácticas sexuales pueden multiplicar las posibilidades de contagio sexual: “Los datos de los usuarios de estos servicios sugieren que la media es de cinco parejas por sesión y que el sexo sin protección es la norma”. Aunque ello no puede aplicarse en todos los casos, autores como T. Kirbyseñalan que se trata de “la tormenta perfecta” para latransmisión del sida y de la hepatitis C.
Cartel de la clínica 56 Dean Street.
Las consecuencias no se dejan notar únicamente en nuestra salud mental o física, sino también en la calidad de nuestras relaciones, sugiere David Stuart, consejero principal de 56 Dean Street, la única clínica de apoyo en Reino Unido que ha colaborado estrechamente con ‘Vice’ para su documental. “Si no has tenido sexo sobrio durante los últimos seis meses, ello no te convierte en un furioso drogadicto”, comienza a explicar. “Pero las conexiones sexuales íntimas forman una parte muy importante de nuestro bienestar, y sidelegamos demasiado en las sustancias para satisfacer esas necesidades, puede que tengas alguna clase de problema”.
Stuart muestra su preocupación por los estragos que costumbres como el ‘chemsex’, basadas en la diversión banal y el desprecio de las relaciones “íntimas y duraderas”, están causando en la comunidad homosexual. “Cuando el sexo que sólo dura 15 minutos (frente al que dura dos días) resulta aburrido, tenemos un problema. Cuando no vemos nuestras necesidades cubiertas, o no podemos tener relaciones íntimas sin sustancias, tenemos un problema. Cuando necesitamos sortear los riesgos de las drogas en la búsqueda de un polvo, tenemos un problema”, concluye.
El Instituto de la Mujer denunciará al club de alterne por ser vejatorias para la mujer. Madame Misisipi se defiende:»no hay más clientes que antes de las cuñas».
Fachada del polémico puticlub de Aranda de Duero (Burgos) Youtube
El Instituto de la Mujer denunciará al club Misisipi (Crta. N-I Madrid-Irún Km 160) por una campaña de cuñas emitidas en la Cadena SER de Aranda del Duero (Burgos), al considera que «dañan la imagen y son vejatorias para las mujeres». «Otoño es la mejor época para hacer el amor porque se abre la castaña y crece el nabo. Sube al club Misisipi y comienza el nuevo ciclo limpio de polvo y paja», son algunos de los eslóganes que contienen los textos de estas promociones picantonas.
Las campañas de radio se han interrumpido asegura la madame del puticlub en conversación con EL ESPAÑOL. «No queríamos ofender a nadie. Las chicas escucharon las cuñas antes de que se emitieran y les parecían bien. Hace falta tener un poco de sentido del humor para entenderlas», defiende. La emisora de radio tiene entre su lista de clientes a cinco prostíbulos de la zona. De los textos y las locuciones se encargan los redactores de informativos.
El objetivo de la campaña no era otro que aumentar la afluencia de clientes, algo que no ha sucedido. «Tenemos los mismos clientes que antes y después de las cuñas. La gente viene aquí por el trato. Entran muchas mujeres con amigos o con sus parejas para tomar algo y ver el show. Las mujeres de Aranda nos apoyan y no se han sentido ofendidas», explica la madame.
Lo cierto es que este Halloween el Misisipi 2 ha enmudecido en las ondas y no ha podido anunciar su fiesta especial como era su intención. «Queremos pedir perdón si hemos ofendido a alguien, no era nuestra intención. Esto es un negocio picante, pero como otro cualquiera y tenemos derecho a publicitarlo. Aquí trabajan muchas mujeres y hombres y no se han sentido ofendidos», matiza. No opinan lo mismo desde el Instituto de la Mujer que piensan actuar con la Ley de Violencia de Género en la mano por publicidad ilícita, dado su carácter machista.
Van a tener trabajo ya que la moda se ha extendido del Misisipi al Dos Escudos, otro night club que sí ha promocionado Halloween siguiendo el mismo estilo: «Llegarás hecho un travieso y saldrás bastante tieso…».
La masturbación de las mujeres sigue siendo hoy en día uno de los grandes tabúes. Este fascinante documental romperá el silencio alrededor de este tema. Conoceremos en Nueva York a Betty Dodson, la doctora que puede considerarse como la primera entrenadora de orgasmos. Esta mujer sin complejos ha enseñado a mujeres de todas las edades creencias y procedencias una habilidad aparentemente simple: cómo masturbarse. Y ahora, por primera vez, tres mujeres para quienes la masturbación es un tema difícil de afrontar, están dispuestas a experimentar su terapia con Betty frente a las cámaras. No se pierdan este original documental en el que podremos vivir una semana intensa de instrucción tanto psicológica como práctica, incluyendo sesiones privadas y grupos de trabajo. ¿Se atreven a romper el tabú?..